La cámara del iPhone 5S contra las del resto
Como bien sabéis muchos de vosotros, ayer Apple presentó su nuevo iPhone 5S, una evolución del anterior iPhone 5 que introduce novedades como el procesador, el lector de huella dactilar y un a nueva y mejorada cámara. Este anuncio llega en plena guerra de cámaras en el móvil en el mundo Android, y es imposible que a uno le venga a la cabeza la comparación con el nuevo Sony Xperia Z1 que ha anunciado su cámara de 20.7MP a bombo y platillo.
Vamos a echar un vistazo a lo que sabemos sobre la cámara del iPhone 5S e intentar analizar los datos que se han dado para comprobar si se pone a la altura de las mejores cámaras que encontramos en Android o si incluso podría superarlas.
El tamaño importa
Uno de los datos en los que más se centraron durante la presentación de ayer fue en el tamaño del sensor. Lo que nos dice Apple: El sensor de la cámara del iPhone 5S mide 1/3.2″ y es un 15% superior al del iPhone 5, lo que resulta en que tenemos 1.5 micras por cada pixel.
Perfecto, ¿y esto qué significa? Los sensores de imagen se catalogan según diferentes características, pero una de las más importantes es el tamaño, y en esa superficie es donde tenemos que introducir todos los fotosensores que lo componen, y cada fotosensor es un pixel. Ahora bien, cuando jugamos con dos factores (en este caso tamaño y cantidad de fotosensores) hay que buscar una relación que nos ofrezca la calidad óptima. No es correcto decir que a mayor tamaño de sensor más píxeles tendremos o que a más píxeles peor será la calidad. Explicamos esto más a fondo.
Por sentido común, cuanto más aumentemos el tamaño del sensor, más fotosensores podremos meter y más píxeles de resolución tendrá la cámara. Esto es correcto, pero si seguimos aumentando los píxeles sin control al final el efecto será contraproducente y la calidad se verá afectada. Esto ocurre porque al apelotonar demasiados fotosensores reciben peor la luz y dan peores resultados.
Lo que ha hecho Apple, y en mi opinión muy acertadamente, es aumentar el tamaño del sensor hasta 1/3.2″ sin aumentar el número de fotosensores, por lo que ahora a cada uno le corresponde más espacio, concretamente 1.5 micras. Si hubiesen aumentado la resolución tendrían que haber metido más fotosensores y habrían recibido peor la luz. Lo cierto es que 8 Megapíxeles es una resolución buena para una cámara de móvil, y es una buena decisión para el iPhone 5S.
Pasemos ahora al Xperia Z1, el caso contrario. Sony ha aumentando significativamente el tamaño del sensor de este smartphone hasta 1/2.3″. Para que nos hagamos a la idea el sensor del Xperia Z1 tiene una superficie de 28.5 mm2 y la del iPhone 5S de 15.5 mm2, una diferencia más que considerable. Si Sony hubiese mantenido los 8 Megapíxeles o incluso los 12 Megapíxeles de modelos anteriores habrían desperdiciado mucho espacio, y esa es la razón por la que han podido aumentar hasta los 20.7 Megapíxeles.
¿Qué decisión es mejor? Es minimizar demasiado el problema, pero aumentar el tamaño del sensor es muy importante, y Sony ahí ha trabajado más. Una cámara profesional de formato Full Frame tiene un área de 864 mm2, por lo que es engañarnos pensar que no hace falta seguir aumentando el tamaño de sensores. Es un caso extremo, pero podéis ver que la diferencia es gigantesca. El secreto está en encontrar una relación óptima, y como un sensor Full Frame no cabe en un smartphone, hay que aumentar hasta que se pueda y mejorar las tecnologías para ello.
Pero el del Xperia Z1 no es el único caso en Android. El HTC One tiene un sensor de tamaño 1/3″, mayor que el del iPhone 5S.
La idea de aumentar el tamaño del sensor y no la resolución del iPhone 5S es acertada, pero no innovadora ni revolucionaria. En este apartado técnico lo han hecho bien, pero sigue usando un sensor más pequeño que algunas de sus alternativas, por mucha superficie por pixel que ofrezca.
El procesado
Vamos a sincerarnos. Durante una temporada estuve usando un iPhone 5 para hacer una comparación con Android, ver puntos a favor y puntos en contra de iOS y en definitiva tener una mejor posición a la hora de hablar de ambos sistemas operativos.
Una de las cosas que me alucinó fue la calidad de las fotografías de este teléfono, y me llamó mucho la atención porque desde el punto de vista técnico se trata de una cámara que en principio no debería destacar en exceso por encima de muchos terminales con Android.
¿Dónde está el truco? En el procesado. Una vez la luz pasa por la lente, se enfoca en el sensor y este crea una imagen con electrones, tenemos una fotografía sin procesar que ocupa mucho espacio y que necesita compresión y procesamiento gráfico. Y en esta parte Apple ha encontrado una de las claves que hace que sus terminales siempre resulten tan bien parados en las pruebas fotográficas, un procesado y compresión muy buenos. Samsung es posiblemente el fabricante de Android que mejor cumpla con este apartado, y podemos verlo en las fotografías que toma el Galaxy S 4, que usa el mismo sensor que el Sony Xperia Z.
Esta es una de las claves en la fotografía de smartphones y Apple lo hace muy bien. Aquí hay mucho juego para los fabricantes de Android, y si se ponen las pilas podrían mejorar los resultados astronómicamente.
¿Cuál hace mejores fotografías?
Me temo que esta es la eterna pregunta y lo seguirá siendo, y desgraciadamente no hay una respuesta. Podemos segmentar en categorías y llegar a ciertas conclusiones, pero no existe una prueba definitiva que nos diga cuáles son las mejores fotografías, y menos cuando hablamos de smartphones.
La fotografía es luz, y la luz es dinámica. Nunca estaremos dos veces ante la misma situación y nunca podremos captar dos momentos iguales. Y eso sin contar que para ti un resultado es mejor y para mi lo es otro, sin añadir a todo esto la capacidad del fotógrafo que se esté encargando de inmortalizar un momento.
Cada fabricante toma una decisión a la hora de fabricar una cámara y cada uno ofrece mejores resultados en unas condiciones y peores en otras. Al final todo queda en lo que más os guste a cada uno, por mucha tecnología que pueda haber detrás no han nada como lo que acaba mostrándose en una pantalla.